domingo, 5 de mayo de 2013

Capitulo 2: LACRIMAE SUAE SANGUINUM


POV MINHO

Estaba sentado en la camilla del hospital después de haberles dejado en claro a sus progenitores que no pensaba dejar que lo internarán en un hospital psiquiátrico o en un centro de reposo, y que se podían meter su buena intención por el culo porque él no los necesitaba.

Nuestra relación nunca fue buena, me habían dejado en claro que ellos no esperaban tener otro hijo, al único que querían era a Minseok, yo sólo era el pequeño error de mis progenitores quienes amablemente me aceptaron en el hogar de todas formas. Minseok era tierno y sobreprotector conmigo hacíamos todo juntos y nunca me abandono íbamos al mismo colegio y todo pero él me llevaba tres años así que cuando se fue a la universidad me sentí muy triste y solo. Mis progenitores comenzaron a viajar así que yo era el único en casa, pero seguí esforzándome para ir a la universidad también y salir de la casa, de esa casa. Lo que jamás pensamos mis progenitores y yo es que perderíamos a Minseok, que ese accidente en la carretera lo mataría y que jamás lo volvería ver, esa es la razón por la que deje todas las cosas que hacíamos juntos y me encerré en mí mismo. Así que ahora no pueden venir y decirme que es lo que debo hacer, ellos jamás entenderán cuan solo me siento. Porque también lo perdí a él.

Prendí la laptop y empecé con mi búsqueda de departamento, ya que Jinki-hyung vendió el mío necesitaba un lugar donde quedarme. Mientras buscaba departamento pensaba en las palabras de Jinki-hyung, es cierto que hay días en los que ni siquiera quiero salir de la cama, también es cierto que hay cosas que no recuerdo, la verdad a veces hasta olvido comer, en ocasiones no me siento cómodo conmigo mismo pero eso no es justificación para que se le haya ocurrido la brillante idea de molestar a uno de sus amigos y pedirle que me cuide, no voy a dejar que me trate como a un niño.

-          Minho-gong te conseguí un lugar para quedarte, es genial la casa de Kibum es enorme tiene piscina, jardín, salón de baile, un estudio solo para ti y todo es tan tranquilo, como te dan de alta en dos días te llevaré de frente hasta su casa, solo espero que te portes bien con – Jinki seguía hablando y no me dejaba decirle una solo palabra – Kibum yo sé que es una persona difícil de tratar pero por tu bien espero que le obedezcas en todo de acuerdo.

-          Haber Jinki-hyung yo no he dicho nada de aceptar mudarme a casa de un desconocido y molestarlo esa fue tu idea y pensé que esa persona amigo tuyo iba a ser lo suficientemente cuerdo como para no aceptar.

-          Escúchame bien Minho porque es la última vez que te lo voy a decir, estás enfermo y necesitas ayuda, te guste o no soy la última persona que espera verte recuperado y sigas con tu carrera como escritor, la muerte de alguien no significa que tengas que acabar con tu vida y sumirte en la miseria. Así que ahora te aguantas y te mudas con Kibum, porque si no también perderás a tu hyung.

-          Está bien Jinki-hyung me mudaré pero al menos dime quien es, no sé nada de esa persona – la verdad tenía mucho miedo de perder a mi hyung, es la única persona que me queda en el mundo, el único que puede extrañarme y notar mi ausencia.

-          Bueno la verdad yo no sé mucho de la vida de  Kibum antes que ingresará a la universidad, yo soy solo dos año mayor que él. Bueno, Kibum estudió Comunicación Social en la universidad y se especializo como redactor de modas, ahora trabaja como editor para Vogue Girl. Es por ello que son promoción con Joon los dos estudiaron juntos, y Joon trabaja para High Cut, es también por ello es que siempre están encontrándose por trabajo – a mi tonto hyung siempre le brilla la mirada cuando se trata de su esposo, es bueno que lo ame tanto -  gracias a Kibum es que conocí a Joon y bueno fue Heechul quien me presentó a Kibum.

-          Espera, ¿el esposo de mi primo te presentó a Kibum? – cómo es posible que no conozco a Kibum, he visto miles de veces a mi primo.

-          Pues sí, pero como a ti te encanta ser antisocial en las reuniones que organiza Siwon, no estudiaste en la misma universidad que nosotros y tampoco te interesabas por nuestras fiestas; nunca pudiste conocerlo – me parecía tan extraño no haber conocido a alguien tan cercano a mis amigos y familiares.

-          Kibum es como un hijo para Heechul, aunque te voy a decir que hubo un tiempo en el que Heechul creyó sentir algo por Kibum pero jamás se lo dijo porque bueno Kibum es menor que Chul y en aquella época no quería confundir al pobre chico. Por eso cuando Kibum entró a la universidad recién conoció a su primer amor, estuvo con esa persona desde entonces y se fueron a vivir juntos cuando termino la universidad. Sinceramente todo parecía ir bien, pero los padres de Kibum murieron al año siguiente de graduarse, fue un accidente en la carretera. Kibum estaba destrozado y no era para menos. En realidad, todos pensamos que su relación se acabaría, no parecía que la pareja de Kibum pudiera ayudar a superar esa pérdida, pero increíblemente lo hizo y un año y unos meses después estaban comprometidos en matrimonio. Todo parecía ir bien pero no fue así, casi un año después que se comprometieron y cuando Kibum empezaría a ver todo los preparativos para la boda esa persona se fue con otro hombre, rompió el compromiso y sólo le dejo una carta a Kibum supuestamente explicándole que se había enamorado de alguien más y que esa persona había logrado lo que con Kibum nunca pudo asegurar: amor, le decía lo siento una y otra vez, finalmente escribió que lo mejor era que ni lo odiara que no se merecía nada.

-          Como puede existir una persona así Hyung, como pudo lastimar tanto a alguien que se supone que debía cuidar, es increíble no es que estuvieron solo unos meses fueron muchos años juntos. Pero además pretendes que viva con alguien que también se siente mal.

-          Minho, contario a lo que tú piensas Kibum ya está bien tampoco es que este perfecto y saliendo con alguien más pero ya rehízo su vida, esos eventos pasaron hace tres años, justo en otoño, es por ello que cuando tú te pusiste mal no pudiste ver mucho a Siwon ya que Kibum, se mudo con Heechul, cuando vendió su departamento, y paso un tiempo para que Chul le dejará comprar una casa y mudarse. Todos los amigos de Kibum se turnaron y no lo dejaron solo durante un año. Le sirvió mucho a Kibum porque así pudo empezar nuevas actividades y empezar a aceptar su nueva vida – mientras hyung me contaba todo esto me imaginaba a Kibum como una persona fuerte y decidida.

-          Bueno ahora ya sabes las cosas más importantes sobre la vida de Kibum, espero que puedas convivir con él y hacerte su amigo. Él realmente es una persona cálida con quien puedas hablar de todo, no es alguien que juzgue a los demás. Ahora si me voy porque sino Kibum puede encontrar su casa irreconocible – la sonrisa de hyung era demasiado brillante y amplia, en ese momento mientras lo veía salir de la puerta me pregunte porque nunca pude decirle que el también me gustaba cuando estábamos en el colegio, tal vez ahora seríamos felices y no sentiría tanto dolor, pero el tal vez no existe.

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Dormir en el coche mientras escucho todas las tontas peleas de Jinki y Joon no es algo que me agrade pero no puedo evitarlo, mi hyung es la única persona que me queda y no puedo simplemente decir que no aprecio todo lo que ha hecho por mí hasta ahora. Sé que Jinki y Joon pronto viajarán para ver el tema de la adopción del hijo que tanto desean y la verdad me siento culpable porque Jinki ha estado esperando por esto desde hace mucho.  Pero Jinki no se ha querido mover de mi lado.



Mientras veo el jardín de la casa de Kibum en medio de la noche puede decir que mi primera impresión de ese chico es que es muy bello. Tiene esa aura de que todavía no ha sentido decepción total de la vida, parece que le encanta el lugar en donde está y tiene la confianza de tenerlo todo, aunque cuando mira a mi hyung y Joon juntos parece reflejar cierta tristeza que disfraza con esa sonrisa falsa, no sé si para mentirse a sí mismo o a los demás, tal vez a ambos.  Pobre chico, sólo espero no tener que quedarme más del tiempo que tengo planeado.

Pronto Minho descubrirá que con sus prejuicios y con su mal carácter solo logará lastimarse a sí mismo.

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Minho estaba tirado boca abajo en medio del barro, la lluvia había mojado todo a su alrededor, el rostro de Minho estaba hinchado, tenía la ceja rota, los moretones estaban empezando a hincharse, la nariz le sangraba y parecía que un taladro le atravesaba la cabeza, alguien lo presionaba contra el suelo y lo hacía tragar barro.

-          Usted me lo prometió Hyung, me prometió cuidarlo más que a nada en el mundo, me juró que jamás lo abandonaría y que no dejaría que corriera lejos de su lado. Usted me dijo que si él intentaba dejarlo haría lo que fuera necesario para detenerlo. Usted no pudo cumplir esa simple promesa verdad, lo dejo largarse con ese bruto bueno para nada. Y ahora mira esa lápida. Él está muerto. Nunca lo voy a recuperar, jamás voy a verlo sonreír ni podrá bailar junto a mí de nuevo.

-          Usted es un imbécil, incapaz y merecer morir. Pero yo no le voy a dar el gusto, hyung va a sufrir siempre. Estará así muerto en vida, llorando como un cobarde, exactamente como ahora hasta que su cuerpo abandoné toda esperanza y ya no aguante más.

Desperté llorando de nuevo, ese recuerdo se había vuelto una pesadilla constante, una que le hacía sentir culpable. Todos los días se repetía una y otra vez por ello no podía dormir bien. No me sentía tranquilo, volvía una y otra vez la sensación de tener la fría y dura mirada de Kai sobre mí todo el tiempo.
La cabeza le dolía horrores y los recuerdos le dejaban esa sensación de vacío en el corazón. Quería gritar, quería salir corriendo y dejar todo atrás estaba harto de todo. Harto de sentir miedo, desesperación, dolor y sufrimiento.

El ruido de la música lo hizo levantarse de la cama y fijarse de donde provenía. Recordaba que si Jinki no hubiera aparecido en el cementerio para salvarlo de su agresor, ahora no estaría aquí y por eso había empezado a molestarle esa conducta que Jinki había adoptado.
Minho tenía la certeza de que ya no había nada que valga la pena para seguir viviendo, no ahora. Vio luz en la puerta blanca entreabierta y asomo su cabeza.

Pudo ver a Kibum de espaldas a él, quitándose la remera mientras caminaba hacia la ducha. Se escuchaba Like a G6, mientras Kibum cantaba, su espalda era blanca, delgada y bien formada. De espaldas parecía una chica, esa cintura era muy pequeña. Definitivamente el chico era bello, cuando el mayor empezó a quitarse la parte inferior del pijama Minho se retiró, no pensaba molestarlo. Mientras regresaba a su habitación pensaba en lo injusto que había sido la vida con ellos, Kibum era guapo, no tenía porque rogarle amor a nadie pero al parecer su prometida no pensaba lo mismo. Como podía haber dejado escapar a alguien tan bello como Kibum.
La imagen de la espalda de Kibum se le quedaría grabada en la retina para siempre, la sensación de admiración hacia Kibum se había instalado en su corazón.

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Se despertó de nuevo, Kibum lo estaba llamando. Se fijo en el reloj eran las 10 am. Se había bañado y cambiad cuando regreso a su habitación el mañana y se regreso a la cama de nuevo. Cuando bajo al comedor Kibum tenía la mesa lista.

-          Buenos días Minho-shi – su voz era tan suave como ayer, así que esa era su voz normal y no una fingida especialmente para las visitas – mientras empezamos a comer – hay algunas cosas que debo decirte antes de partir – lo miraba preguntándome que rayos quería de mi, Kibum ni siquiera se percato de mi mirada estaba muy ocupado escribiendo un mensaje no sé porque pero eso me irritó, lo único que Minho quería era subir a dormir de nuevo a su habitación pero parecía que el rubio no lo dejaría irse tan rápido – ya termine de desayunar así que dime de qué quieres hablar – corto, directo, malhumorado esa era la mejor forma en que lo dejará ir rápido – Te tengo que decir las reglas básica de esta casa:

Nº 1: Nadie duerme fuera de esta casa. Así que ya sabes que no puede inventar pretextos para quedarte en otro lugar, porque quiero ver tu cara en el desayuno – Minho quería interrumpirlo, estaba comenzando a exasperarse.

Nº 2: Todos cenamos en esta casa. Mi deliciosa comida no se hará por gusto así que tienes que estar aquí siempre para la cena, lo que implica que cumplirás bien la primera regla – Minho estaba conteniendo fuertemente, ya tenía el rostro crispado del coraje y estaba tieso en su sitio.

Nº 3: Siempre debemos tratarnos con cordialidad. Me gustaría que tu tono de voz hacía mi sea más cordial y no tan frío, se que te costará un poco pero es lo mejor – Para ese momento Minho ya tenía los nudillos apretados y quería poner en su lugar a este tipo.

Nº 4: Me debes ayudar con todas las actividades en las que te necesite, sin quejarte y sin ponerme peros. Espero que puedas comprenderlo y no te moleste – Minho quería aclararle que por supuesto que tenía un problema y no solo con esa regla, pero solo puso una expresión sarcástica y lo dejo continuar.

Nº5: Puedes intentar confiar en mí  y decirme lo que te aflige, lo que te preocupa, lo que te molesta, lo que sea. Yo puedo ayudarte, ya pase por todo esto – Mientras Kibum sonreía cálidamente. Minho se puso en pie y le dijo:

-          Escúchame bien Hyung porque está es la primera y la última vez que te lo diré – le siseaba amargamente, no estaba para aguantar los aires de grandeza de este tipo y de nadie – a mi tus reglas me importan una mierda, tampoco me importan tus razones para decirme toda esta sarta de estupideces, yo no pienso seguir esas reglas absurdas así que déjate de idioteces, me voy a mi habitación – justo cuando estaba girando para retirarse pudo escuchar claramente:

-          MINHO – el grito de Jinki se escucho por toda la habitación – en este momento discúlpate con Kibum, como te atreves a hablarle de esa forma. Si no quieres terminar internado en el psiquiátrico hazlo de una vez – Minho estaba molesto, muy molesto quería romper todo lo que estaba a su alrededor para qué les quedara claro a esos dos que él no era ningún idiota del que se podían burlar. Pero no podía hacer nada, no ahora, luego pensaría una forma de cobrárselas a Kibum por atreverse a intentar manejar su vida.

-          Discúlpame hyung creo que me exalte un poco, no me gusta que todo el mundo me trate como si fuera un niño con desordenes de personalidad – esa era la verdad, odiaba que todo el mundo lo mirará con lastima pero cuando vio los ojos de Kibum estos reflejaban dolor, tristeza y una sonrisa fingida y bien pintada que al parecer engañaba a Jinki.

-          Bien Minho ahora siéntate y escucha lo que Kibum te va a decir – me senté de mala gana.

-          Lo que quería decirte es que hoy iremos a ver las decoraciones, los juguetes y demás cosas para el evento de navidad del orfanato que organizo todos los años sin excepción. Así que hay que ponernos manos a la obra, hay mucho por hacer, la navidad tiene que ser perfecta para ellos – pude notar el notorio cambio en su mirada, ahora brillaba intensamente, reflejaba calidez y esperanza. Seguramente él esperaba tener una esposa bonita y una casa llena de niños ya que su prometida lo había dejado ahora se dedicaba a esto.

En el auto Minho como siempre estaba en estado desconectado en el último asiento de la camioneta (Chevrolet Orlando) Onew estaba manejando adelante, Kibum y Joon estaban en el asiento del centro conversando sobre algún desfile y la campaña antes de navidad o algo así. Él realmente quería dormir, pero al parecer sus amigos tenían otra idea en mente, no es que le molestara ir a ayudar en los preparativos para ayudar a que estos niños lo pasen mejor en navidad. Pero en serio no podían mínimamente avisarle a él antes y preguntarle si es que podía ayudarlo, no entendía a Kibum y bueno tampoco es que quisiera entenderlo solo tenía que soportarlo por un tiempo y luego se largaría a cualquier parte.

Cuando llegaron al lugar había un montón de personas ayudando a descargar las miles de cajas que habían llegado, no exageraba este chico sí que se estaba esforzando por hacer una fiesta genial. La fiesta sería en el orfanato pero aquí prepararíamos todo para luego llevarlo hasta el orfanato sino los niños se la pasarían intentando adivinar lo que hacían.

Durante todo el día me la pase descargando las cajas y recibiendo órdenes de Kibum, sobre todo de los lugares donde deberíamos colocar cada una de ellas. Mientras tanto esos tres se la pasaron descargando regalos y materiales para los adornos. Solo eso nos llevo todo el día.  Los siguientes días fueron lo mismo, íbamos temprano al lugar y regresamos muy tarde me iba de frente a la habitación y dormía sin sueños ni pesadillas hasta el día siguiente. La misma rutina a diario.

Todos esos días pudo analizar un poco a Kibum, él era muy querido por todas las personas que se encontraban ayudando. Todos eran muy gentiles y se notaba que apreciaban que Kibum hiciera todo esto por esos niños. Él parecía un pequeño también, emocionándose por cada cosa que veía y riendo con todos por cualquier motivo. Se veía tan feliz y cómodo haciendo todo esto. Bueno la verdad es que Minho también se sentía mejor ayudando con esta actividad se sentía más ligero menos presionado por todo. Kibum era todo un nuevo mundo para él, no entendía por qué ahora sí parecía tan feliz. Antes parecía estar muy cómodo fingiendo que estaba bien, pero ahora veía esa sonrisa radiante en Kibum y sentía esa calidez en el pecho que le transmitía Kibum. Mejor se olvidaba de aquello no sería muy conveniente que tuviera pensamientos tan tontos con respecto a su nuevo amigo.

Lo que más le incomodaba es la forma en que Kibum lo trataba, esa mirada de orgullo, casi como si Minho mereciera un premio por ello cada vez que terminaba algún encargo del más bajo. Esas sonrisas que le daba cuando él cometía algún error le desesperaban. La delicadeza con la que Kibum pedía a los demás un favor incluyéndolo a él. Se supone que Kibum iba a ser exigente con él, pero en ese momento se comportaba como un ángel y aunque quería pensar que solo estaba fingiendo, no era así. Había visto a Kibum esos días al llegar a su casa fingir sus emociones pero aquí, en este lugar mientras preparaban todo, podía ver al verdadero Kibum.

Al fin había llegado el día de Navidad. Todos esos días se la habían pasado trabajando hasta el cansancio pero estaba lleno de recuerdos felices. Llegar al orfanato, ver la decoración, ayudar a colocar todo en su lugar, traer a los niños. Disfrazarse de Papa Noel, eso no le hizo mucha gracias a Minho pero ya que.

Los niños se la pasaban jugando todo el tiempo, miraban a los elfos de santa que estaban por todo el salón, jugaban en la pequeña zona de juegos del patio, los más pequeños estaban auxiliados por sus cuidadores, los más grandes esperaban sentados mientras conversaban emocionados por saber cuál sería su regalo este año. Había bastantes personas ayudando con todo el evento, también habían muchos niños a los que tenía que sentarlos en mi regazo para que pidan su deseo.

Todo el mundo empezó a ordenar a los chicos para sentarles para ver el Show navideño mientras Kibum y Jinki, organizan todo lo del evento de fondo. Ver a los niños correr por todos lados con sonrisas en el rostro mientras se divierten por navidad es increíble. Ver a Kibum con una sonrisa radiante mientras registra cada uno de los rostros de los niños fue increíble. No puedo creer que una persona que yo esperaba fuera todo un pedante niño rico sea alguien tan especial. Aunque supongo que en cuanto lleguemos a casa voy a volver a ver a ese chico que parece estar vacío por dentro. 

Realmente hace tanto tiempo que no estoy en un lugar tan ruidoso, me he exiliado a mí mismo, como bien dice Jinki. Hace tanto que no escucho risas y música a un volumen tan fuerte. Mientras entregan a cada uno de los chicos sus regalos y puedo ver como todo ellos sonríen, me emociono muchísimo. Kibum está a mi costado mirando atentamente a un niño en específico y lo escucho susurrarme:

-          Vez a  aquel niño de allí – me señala a un pequeño de doce años que tiene pinta de ser muy exigente - yo jamás atino con su regalo de navidad, parece decepcionado cada vez que abre uno – Kibum estaba muy atento a como el niño podría reaccionar está vez – ¿y qué es lo que le ha regalado hoy?- pregunte curioso.

-          Bueno entre nos, tú me has inspirado – me quede pasmado, no sé cómo yo podría haberle inspirado a comprarle un regalo – le he regalado la colección de libros de J. R.R. Tolkien, espero que le guste mucho – Me sorprendí mucho cuando lo escuche, pensé que solo era una persona frívola que no podría comprender la capacidad que puede tener un libro para abrir tu mente y transportarte a otra realidad – Estás que pensando que es imposible que una persona como yo que se dedica a la moda pueda leer un libro pero te equivocas – solté una carcajada en ese momento porque él realmente había leído mis pensamientos, y en una acción que me sorprendió a mi mismo le jale los cachetes y me aleje, pude ver que el niño sonreía mientras empezaba a ojear la pasta de los libros. Ese regalo fue mejor que cualquier juguete. 

Lo que Minho se perdió aquella tarde fue el fuerte sonrojo de Key y la gran sonrisa que tenía en el rostro, sólo por aquella pequeña acción del moreno.

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Mira papá hoy he ganado el campeonato de fútbol de todas las escuelas del distrito de Seúl, no crees que es increíble – Minho hablaba emocionado a su padre mientras mostraba su medalla de oro -  Minho, será mejor que vayas a tu cuarto, tu hermano cuando tenía dos años menos que tú ya había ganado ese campeonato tres veces seguidas, no es nada nuevo.
Minho subió corriendo a su habitación, se metió a su cama y se tapo con la frazada, luego se sentó y abrazo sus piernas. Lloraba en su cama desconsoladamente, no importaba cuanto lo intentará, cuan arduo trabajara para conseguirlo, sus padres nunca lo felicitaban por sus logros, no lo tomaban en cuenta y tampoco parecían amarlo.
Entonces sintió la caricia delicada y el toque tibio en sus cabellos. Era su hermano.
Minho fue genial que hayas podido ganar ese campeonato y ser el primer lugar en orden de merito de todos los alumnos de Seúl, es increíble que seas tan bueno para los estudios como para los deportes. No te decepciones por lo que ellos digan yo te amo y mucho. Y lo abrazaba contra su pecho mientras Minho lloraba.

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Durante todos los días que paso ayudando a Key, desde que lo arrastraron a la fuerza hasta el día de la fiesta de navidad en el orfanato, no había tenido pesadillas. Llegaba muy cansado de frente hasta su cama y se echaba a dormir sin sueños y se levantaba tranquilo, listo para la nueva jornada de trabajo. Hoy era veintiséis de diciembre y no había hecho nada el día anterior. Se la había pasado releyendo Tolkien gracias a Kibum. Pero volvía a sentir el cansancio, necesitaba dormir, necesitaba descansar, necesitaba urgentemente desconectarse. Tal vez si tomaba uno de sus tranquilizantes pero mejor no lo haría. No quería empezar un vicio, suficiente era esa necesidad estúpida que tenía cada vez que escribía, se ponía a fumar como loco.

Así que se sentó en la cama, igual como cuando niño, coloco la cabeza en las rodillas y abrazo sus piernas. Ojalá no sintiera tanto dolor, ojalá pudiera olvidar, ojalá pudiera dejar de culpar a su hermano y a su pequeño por haberlo abandonado. Demonios Porque todo era tan complicado, quería volver a tener cinco años y jugar con Minseok. Deseaba tanto que lo amaran sus padres, tan solo una pequeña parte de lo que amaban a Minseok. Hubiera dado lo que fuera porque ese chico se quedará a su lado. Haría lo necesario para poder verlo sonreír una vez más. No entendía porque la vida se había empeñado en hacerlo miserable, en dejarlo solo. Cada parte de su cuerpo dolía y lloraba a gritos como si quisiera morir en ese momento. Sentía una opresión terrible en el pecho cada vez que respiraba, le dolía tanto como si lo hubieran atravesado con una espada. La garganta le ardía de tanto llorar, ya no podía más, el realmente deseaba con todas sus fuerzas morir y que todo esto termine.

Casi le da un ataque al corazón al sentir como su cabello era acariciado tiernamente, lento y pausado. Mientras sentía las caricias pensaba que tenía que ser Minseok, era el mismo resultado, un Minho tranquilo, feliz y sonriente. Esas tiernas caricias le daban esa paz que no tenía hace años, esa tranquilidad que se le escapaba de las manos desde que Minseok murió, esto tenía que ser un sueño y no quería despertar. La fragancia floral de los tulipanes, llego a sus sentidos. En ese momento escucho: Minho–gong vamos a desayunar. Y como si de una orden se tratará levanto el rostro lentamente y pudo ver a su salvador. Era Kibum quien le sonreía, le ofrecía su mano la cual aceptó gustoso. Lo seguiría a donde sea con tal de tenerlo siempre a su lado, con tal de tener la sensación de no estar sólo, la sensación de estar en un mar de tranquilidad que le quita el dolor que ha llevado sobre su espalda todos estos años.

Kibum pasó su brazo derecho por los hombros de Minho y lo llevó a la sala, había pasado tres días desde que Minho había estado llorando y durmiendo en su habitación. Aquel día por fin había decidido bajar a la cocina y comer algo, justo antes de viajar a la casa del campo de la familia de Kibum para celebrar el año nuevo.

Kibum sintió por primera vez en su vida el dolor que Minho sentía, estar solo no era algo fácil pero Minho había hecho de la soledad su arma destructiva. Kibum quería intentar que Minho dejará de destruirse, a él toda esta situación le dolía muchísimo y aún no entendía el porqué.

Esta noche Minho soñó que estaba en el campo corriendo alegremente junto a Kibum, que este le sonreía y le tendía su mano. Felices miraban el atardecer con sus manos entrelazadas. Un sueño que no recordará en la mañana. 


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