lunes, 13 de mayo de 2013

CAPITULO 8: USQUE AD MORTEM




Hay diez centímetros de silencio
Entre tus manos y mis manos
Una frontera de palabras no dichas
Entre tus labios y mis labios
Y algo que brilla así de triste
Entre tus ojos y mis ojos

….

Eran las 11 de la noche cuando llegué a casa. Luego de conducir con Heechul y Ji en el auto de regreso, simplemente no hablamos en el camino y cuando se bajaron sólo decidí que no quería ver a Minho en ese momento, simplemente no podía. Así que volví a encender el auto y conduje hacia la playa. Cuando me di cuenta luego de dar tantas vueltas ya era tarde.


Entre a casa y me sentí como en una jaula, estaba encerrado al lado de la persona por la cual creía tener sentimientos fuertes, intentar separar todo el espacio posible que nos unía dentro de aquella casa algo así como no respirar el mismo aire. De ahora en adelante sólo debía mirar a Minho desde lejos y permitir que el tal Jaejoong a quién no conocía lo aparte de mi lado y lo cuide por mí, mi mejor amigo lo había decidido y no había nada que pudiera hacer para cambiarlo.

Todo estaba apagado y en orden, así que subió directamente a su habitación, se puso el pijama e inmediatamente se recostó en la cama, rogaba a todos los cielos le permita dormir. Pero en cuánto recostó la cabeza en la almohada todos aquellos pensamientos que lo habían atormentado semana tras semana regresaron.

¿Estaba bien dejar que Minho se alejará?, por qué ya lo estaba haciendo con todas las actividades que se había autoimpuesto para las vacaciones y así evitar estar cerca del alto. Entonces se volvía  a plantear la situación actual, ¿tendría que dejar que otro se llevé a Minho de su lado? Para empezar Minho no era un objeto, no era algo que se pudiera llevar, lo que suponía Jaejoong haría es darle una nueva vida. Y no se podía oponer porque intentaba gravarse a fuego en su cabeza que aquello era lo mejor.

Entonces se cuestionaba si realmente estaba enamorado del alto y no era simplemente que se había formado aquella idea para sentirse realmente humano y creerse eso que nunca había podido lograr: amar. Eso no lo había conseguido su ex-pareja y es una de las razones por las que su relación se fue a pique, él tan bien había actuado como estúpido no es que le echará la culpa de todo. Y entonces estaba ahí de nuevo esa idea, no estaba siendo egoísta con el alto, retenerlo a lado de una persona que todavía miraba al pasado como ejemplo indiscutible de su presente. Ah que mierda se había vuelto su vida…

[No, no por favor, para, detente te… NO, NO, NO, NO, NO, AGHHHHHHHHHH –mierda Minho.]

Kibum corrió rápidamente al cuarto del alto, algo malo debía estar pasando, tal vez pesadillas o alguien lo estaba atacando…

[NO POR FAVOR, AGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH – Minho estaba hecho un ovillo en la cama, llorando y parecía sentir dolor. Mierda que podía hacer por él si seguía teniendo esas pesadillas.]


Kibum lo abrazó fuertemente y luchó contra la desesperación del alto, contra aquel dolor que podía palpar en el aire. Minho desprendía dolor, sus facciones, sus muecas, sus movimientos, todo aquello reflejaba dolor, angustia, sufrimiento puro. Le susurraba palabras tiernas al oído, quería llorar junto a él o al menos tratar de comprender un poco toda la situación y entonces…

-          Hyung… - el alto había despertado – fue una pesadilla ¿verdad? – el pobre ni siquiera era capaz de recordar, maldición esto me superaba.

-          Tranquilo Keroro ya pasó – mierda, esa sonrisa sincera me va a matar uno de estos días.

-          Si, por qué hyung está aquí – puta madre como había podido dudar por un segundo que amaba a ese hombre entre sus brazos.

-          Vuelve a descansar yo te acompañaré hasta que te duermas – le daba la sonrisa más sincera que podía, no se sentía capaz de nada.

-          No hyung, no me dejé, tengo miedo… las pesadillas regresan una y otra vez por favor – ese hombre alto y fuerte que a simple vista parecía no temerle a nada me estaba pidiendo entre sollozos que no lo dejará. Maldición ni esa promesa iba a poder cumplir.

-          Está bien dormiré a tu lado – estaba intentado meterme a la cama pero entonces…

-          Mejor durmamos en su habitación hyung – y ya estaba Minho jalándome de la mano hacía mi recamará y cerrando la puerta.

-          Está bien, total ya estamos aquí – quería que sonará a sarcasmo pero no salió como pensé – ven vamos a dormir – el alto me miraba serio. Me recosté en la cama y lo llamé.

Minho camino hasta la cama serio y seguro, se recostó al lado izquierdo coloco su rodilla en la cama y se acostó a mi lado, me miraba directamente a los ojos. En ese momento me tomo entre aquellos brazos fuertes, rodeo mi delgada cintura y su toqué me resulto cálido, familiar y deseado. Mi corazón latía rápidamente como si estuviera corriendo. Podía sentir toda la sangre bombear rápidamente a través de mis venas, casi como si quemara. Tenía la cabeza apoyada en su hombro. Podía sentir a través de la tela cada uno de los músculos tonificados del alto. Mierda… no sabía que esto era todo lo que había soñado. Podía oír los latidos de su corazón, no estaba seguro si podría dormir con aquel sonido por qué me estaba volviendo loco y lo único que hacía era abrazarme. Coloco su rostro en mis cabellos y me apegó a él, sentí su aroma fuerte y masculino saturando mis sentidos y me apegue aún más. Podría pasarme toda la vida entre sus brazos y no me importaría nada más. Sentir el toque cálido de su mano en mi cadera formando círculos, acariciándome… me hacía pensar que necesitaba urgentemente dormir para recodar todo esto como un sueño, uno hermoso pero sueño al fin y al cabo. Mientras se acomodaba me susurró al oído: no me abandones hyung no lo soportaría. Y de aquella forma asfixiante nos dormimos.



Jamás pensé que se volvería una costumbre y una rutina un tanto extraña, había prometido alejarme y dejarlo marcharse. Pero ahora que sabía cómo se sentía aquellos brazos alrededor de mi cuerpo ya no podía despegarme de él. Estaba siendo egoísta y lo sabía pero no me importaba. Al menos iba a disfrutar de esto el tiempo que me quedé.

Cuando tratas de dar lo mejor
Pero no lo logras
Cuando obtienes lo que quieres
Pero no lo necesitas
Cuando te sientes tan cansado
Pero no puedes dormir
Atascado en reversa

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Se suponía que Jaejoong llegaría el lunes en la mañana, pero lo que Minho recibió fue un mensaje de texto avisándole que no podría llegar hasta el mes entrante por un problema que había surgido en Milán.  Eso significaba que podría pasar todo un mes completo al lado de Minho antes de que lo aparten de mi lado para siempre. Estaba tratando de olvidar que anoche dormimos juntos, olvidar lo que pasó esta mañana al despertar:

Flashback  

Podía sentir la picazón en su frente como si algo estuviera molestando, tal vez era su cabello pero solo podía seguir haciendo gestos para expresar aquello. No sabía por qué pero no podía mover sus manos. Poco a poco estaba despertando. Sentía una agradable fuente de calor entibiándolo y manteniéndolo confortable. Podía sentir el sol abriéndose paso entre las cortinas y dándole en el rostro pero extrañamente no le daba de lleno, se sentía saturado de esa esencia fuerte con un toque de almizcle. Y entonces sintió que alguien acomodaba su cabello, le dejaba un beso en la frente y le decía: hyung despierte. Cuando despertó pudo ver la espalda del alto saliendo de la habitación. Y el calorsito se había ido.

Fin de Flashback

Cada vez que recordaba la escena se ponía torpe y algo se le resbalaba de las manos, como si tuviera quince años de nuevo. Estaba tan estúpido por algo tan simple como aquello.

-          Hyung ¿hoy no tiene nada en la agenda verdad? – por poquito y se me cae la taza que estaba lavando.

-          No Minho hoy no tengo nada en la agenda ¿Por qué? – y ahí estaba poniendo carita de perro abandonado dispuesto a pedirme algo.

-          Hyung que le parece si me acompaña a visitar un amigo, vive en Busan y era uno de mis amigos más importantes así que necesito visitarlo para saber cómo ha estado. – la sonrisa gigantesca de quién va a hacer una travesura no se me paso pero igual decidí ayudarlo.

-          Está bien vamos a Busan aunque tenga que ir a la Playa en verano, cómo es eso posible… jajajajajajaja… - ahí estábamos riendo juntos mientras planeábamos pasar el día juntos. Si pudiera quedarme así junto a él todo el tiempo riendo y compartiendo momentos que jamás podré olvidar. Esto de separarme de él luego va a doler mucho más de lo que creí que fuera posible.

Mientras íbamos camino a Busan en el tren, pensaba en todos los momentos que hemos pasado juntos, mientras él me cuenta como conoció a Jonghyun. Resulta que su amigo de la escuela es pintor. Es una persona bastante taciturna y a la que es difícil sacarle una sonrisa pero según Minho con él siempre ha sido como un hermano. El problema es que Jonghyun cuando terminó la universidad prefirió regresar a Busan y poco a poco dejaron de comunicarse. Así que hoy Minho va a rogar que su amigo lo perdone. Aunque el dijo “vamos” yo no me incluyó por qué no seré quién pida perdón.

Me puedo dar cuenta que está mañana Minho es mucho más enérgico que de costumbre, la felicidad se puede notar en su sonrisa, la emoción se puede notar en la forma en que se expresa y puedo saber con certeza que añora mucho a su amigo. Ha cambiado tanto desde la primera vez que lo vi. A veces quiero creer que es por mí.

Kibum sonreí mucho también y es una de las cosas que Minho ama de él. Aunque todavía no lo sepa la presencia de Kibum le da tranquilidad.

Caminando por las calles de Busan puedo darme cuenta de lo hermoso que es el mar y que realmente he estado alejado de todo, lo más sorprendente es que Minho tomó mi mano desde que bajamos de la estación y no le he dicho nada sobre aquello, simplemente disfrutaré de todo esto el tiempo que pueda.

-          Hyung verdad que Busan es hermosa – no me lo preguntaba simplemente esperaba que pudiera entender a que se refería.
-          Si tienes razón Minho, es realmente hermosa – y no estaba mintiendo todo el ambiente es acogedor.


Por fin llegamos al lugar donde su amigo vivía en lo alto de una montaña donde la mayoría de las casa son de estilo tradicional y se puede ver el amplio mar desde lo alto, es una vista preciosa. Me acabo de dar cuenta que Minho tiene un gran espíritu por la fotografía. No ha parado de tomar fotografías desde que llegamos a esta parte, aunque eso sacrifico nuestro pequeño momento cogido de las manos pero bueno. Parece un niño al que le acaban de regalar un juguete nuevo.

-          Hyung usted debería posar y así le tomaría una foto para que recuerde que venimos a Busan. – está realmente feliz, me dan tantas ganas de llorar mientras lo abrazo y decirle lo orgulloso que estoy de que este mucho mejor.
-          Claro Minho, ¿aquí está bien? – solo agita la cabeza y comienza a tomar fotografías mientras pide que haga alguna que otra cosa. Al menos se llevará recuerdos de este viaje y fotos mías. Cuando ya no estemos juntos tendrá una forma de recordarme, espero.

Cuando las lagrimas comienzan
A derramarse en tu cara
Cuando pierdes algo
Que no puedes reemplazar
Cuando amas a alguien
Pero es un desperdicio
¿Podría ser peor?

Mientras toca la puerta de la casa puedo ver lo nervioso que está, apuesto a que piensa que lo que sea que hizo es imperdonable, todo esto es demasiado gracioso. Veo tantas emociones en Minho últimamente, imagino la increíble persona que era antes de todo esto, por qué para mí ya es perfecto así tal como está ahora. Sé que es egoísta pensar de esta forma pero supongo que he regresado a cuando tenía veinte años y me comporto infantilmente. Sólo él me hace sonreír.

En cuánto se abrió la puerta, un pequeño asomo su rostro, podía distinguir los risos pelirrojos a través de la gorra de pororó, tendría unos cinco años y era muy bello. Estaba con las manitos juntas y al parecer Minho era el más sorprendido.



-          Buenos días, ¿se encuentra Jonghyun-shi?

-          Un momento ajusshi – me estaba aguantando la risa al ver la expresión de Minho cuando el niño le dijo ajusshi. Pero entonces se escucho un grito.

-          Appa un muchacho con cara de rana y chico muy lindo te buscan – no lo pude evita y estalle a carcajadas.

-          Ese niño… sí que es un genio, se percato de mi innegable belleza. -  Minho estaba totalmente rojo.

-          Hyung no me haga avergonzar más. – se veía tan lindo cuando pone esas expresiones infantiles, así todo sonrojado y avergonzado.

-          Minsoo de que hablas, como estés inventando otra de tus historias te olvidas de las clases de guitarra, te lo advierto. – al parecer la voz fuerte y decidida pero llena de ternura es del padre del niño.

-          No… Appa… de verdad… te buscan – el niño parecía que en cualquier momento se pondría a llorar.

El momento en el que ambos se vieron y se reconocieron pude ver la expresión de sorpresa que atravesó el rostro de ambos, aunque aquello sólo paso en un segundo por qué luego Jonghyun dijo:



-          Minho, no puedo creer que seas realmente tú hermano – se acerco y lo abrazó.

En este momento soy yo la persona más feliz, puedo notar como Minho va recuperando parte de su vida que creyó jamás podría recuperar, esos momentos en los cuales parecía que jamás podría tener, este abrazó cálido le devuelve tantos sentimientos que ya no existían en él. Pude notar cuanto Minho rejuveneció con esa sonrisa, podía imaginarlo en sus tiempo de universidad y como conquistaba a todos con aquella sonrisa.

-          Hyung como ha estado, lamento no haberme comunicado con usted desde hace tanto. – la reverencia de Minho era de 90º y juraría que en cualquier momento se tiraría al piso sólo para hacer notar su pena.

-          No te preocupes pasa – entonces Jonghyun se percató de mi presencia y me miró directamente a los ojos, juraría que me estaban escaneando. – Ahora entiendo a quién se refería Minsoo con lo del chico lindo – No sé cuál era la expresión con la que Minho miró a Jonghyun por qué este se volvió más serio y no dijo nada más.

-          Hyung, te presentó a Kim Kibum, es una persona muy importante para mí y estoy viendo en su casa, es como mi mejor amigo, médico y madre. -  me reí de sus palabras pero por dentro no sabía que sentir por aquellas definiciones.

Cuando entramos a su casa la vista que me esperaba era preciosa, realmente era un lugar deslumbrante en el cuál se podía percibir el calor de hogar por todos lados. Envidie eso, por un momento me pude imaginar a Minho y a mí sentados frente a la chimenea, ahora fuera de funcionamiento, en el más crudo de los inviernos intentando darnos calor mutuamente mientras cuidábamos del sueño de nuestro pequeño hijo. Ese solo pensamiento me dio tanta alegría y dolor a la vez. Yo sé que lo tendré que dejar ir pronto pero no puedo dejar de imaginarme una vida a su lado, aunque no tengo ni una solo oportunidad.

Durante todo el tiempo que estuvimos en  aquella casa Minho y Jonghyun se pusieron al día de las cosas que pasaron en la universidad. Le contó cómo es que se encerró en Busan luego de terminar la universidad y sólo recibía trabajos que pudiera hacer desde casa, luego una linda coleccionista llegó a su casa para comprar un cuadro en específico que había visto en el blog de Jonghyun pero que no estaba en venta. Al final se termino casando con aquella extranjera y ella se termino quedando en Busan. Su hijo Minsoo tiene los mismos cabellos que su madre y es lo más valioso para Jonghyun. Ahora sigue estando un tanto recluido en Busan pero su esposa y su hijo lo sacan cuando es necesario que deje su retiro.

Los deje solos mientras miraban las pinturas y se ponían al día sobre sus cosas, supuse que Minsoo necesitaría con quién jugar y quién mejor que yo para aquello. Salimos y jugamos en la playa a recolectar cangrejos y nos pasamos tres horas en ello sin darnos cuenta. Cuando llegamos a casa estábamos todos sucios y cansados pero felices por todo lo que jugamos. Aunque nos ganamos un regaño de parte de Minho y Jonghyun. A veces yo también me siento como un niño bastante infantil y torpe que solo puede disculparse por la travesura ya hecha.

Mientras yo preparaba la cena y salvaba a Minsoo y a su padre de morir por comida envenenada ya que la madre de Minsoo viajó a Seúl. Los chicos jugaban en la mesa con los cubiertos y gritaban: apúrate Kibum tenemos hambre. Ese momento fue uno de los mejores de aquel viaje.



Esa noche nos quedamos en casa de Jonghyun mientras jugábamos juegos de mesa con su hijo quién estaba muy hiperactivo y no se le acabo la pila hasta las 2 am. Jonghyun nos dio una habitación par que durmiéramos los dos. Mientras se acostaban en el futon Kibum pensó que tendría que dormir de su lado. Pero cuando ya estaba listo para dejarse llevar por el sueño. Minho lo arrastró hasta él, lo envolvió en sus brazos, aspiro su aroma y le dijo: Hyung buenas noches. Después el golpeteo constante de su corazón no le dejó pensar en nada más que en la calidez que lo rodeaba y así se quedó dormido.

Las luces te guiaran
A tu casa
Y se encenderán
Tus huesos
Y yo trataré
De repararte

Al día siguiente Kibum se levantó con frio así que busco a su lado el calor que tanto anhelaba, pero sólo encontró las mantas del futon dobladas. Así que se sentó rápidamente para ubicar a Minho en la habitación, no estaba. Al querer levantarse vio una nota encima de la almohada.

Buenos días Bummie, me gustaría llamarte así de ahora en adelante pero lo deje en la nota por qué no quiero que me golpees. (Una sonrisa adorno su rostro y un pequeño puchero acompaño las siguientes líneas) Fuimos a por leña para el desayuno, deje lista la tina, hay agua caliente suficiente, cámbiate y baja pronto. (Al final de la nota estaba el dibujo de una rana). Kibum empezó a reír mientras se dirigía al baño.

Cuando bajo se encontró con tres “niños” cansados. Se dirigió a la cocina y empezó a preparar el desayuno. Minho entró al poco rato a ayudarlo con la mesa y otras cosas. Mientras desayunaban Jonghyun y su hijo ambos reían y contaban anécdotas. Lo que daría por siempre quedarse allí en ese momento. Feliz.

-          Minho me gustaría poder hacer un retrato de ustedes dos juntos. – ya estábamos por terminar cuando Jonghyun dijo eso.

-          Hyung, no sé qué decir – Minho estaba muy nervioso o ansioso, ni idea.

-          Tú no digas nada, Kibum querrás posar para mi junto a Minho – Jonghyun siempre tan amable, es sarcasmo.

-          Sí, claro – sabía que si decía que no tal vez nunca tendríamos una pintura juntos.

-          Bien solo necesito tomar unas fotografías de ustedes dos juntos, cuando la pintura este lista te la enviaré. – no entendí muy bien como era eso.




De todas formas nos tomamos las fotos dentro de la casa de Jonghyun y fuera junto al mar, aquella mañana tomamos muchas fotografías y luego nos despedimos para volver a casa. Cuando estábamos en la estación Minho acompaño al pequeño Minsoo al baño en ese momento Jonghyun me dijo:

-          Cuídalo mucho, ya no tiene a nadie más que a ti.

Luego Minho regreso y nos fuimos juntos en el tren, por alguna razón Minho solo durmió mientras nos dirigimos a casa.  Yo me quedé pensando en si podría hacer lo que Jonghyun me dijo.

Pensé en que tal vez, sólo este mes Minho debería conocer a mis amigos. Tal vez interactuar con otras personas en las que pueda confiar hará que mejore mucho. Así cuando esté en Nueva York puede empezar de nuevo y hacer amigos. Parece tan solo no es justo que solamente sea una persona en la que se pueda apoyar. He sido muy prudente hasta ahora manteniéndolo estable, pero tal vez deba socializar más.

Al llegar a casa teníamos muchísimos mensajes de voz en la contestadora, muchos eran de un histérico Heechul, otros de un preocupado Siwon, otros de un par de molestos (Gtop). Nos reímos de todas las tonterías que ponían y decidimos dejarles un mensaje a cada uno, apagar todos los teléfonos y subir a dormir. Yo estaba muy cansado por no dormir nada en el tren y al parecer Minho todavía no se sentía bien por cargar tanta leña, al parecer Jonghyun se aprovecho de su ayuda. Esa noche Minho volvió a dormir a mi lado.

A la mañana siguiente nos despertamos muy alegres y entonces hice las preguntas pertinentes:

-          ¿Por qué tú amigo no nos dibujo como los artistas normales y en cambio nos tomo fotografías? – era una duda razonable.

-          Por qué Jonghyun siempre toma fotografías y luego crea un escenario totalmente distinto en sus pinturas, ya entenderás cuando la termine, quedará estupenda – Minho parecía muy confiado.

-          ¿Cómo lo sabes? – Por qué estas tu en ella hyung – y esa sonrisa que me quita el aliento adornaba su rostro, otra vez.

-          Hyung hoy quiero ir la biblioteca central, tienen un nuevo lote de libros y el olor de libros nuevos son como droga para un persona como yo. Anda di que si quieres acompañar a tu adorable dongsaeng – el puchero en su rostro me dijo que no aceptaría un no por respuesta, y yo jamás le diría que no.

-          Está bien desayunemos y vayamos al centro pero tu conduces. – era mejor que fuera él quién condujera por qué yo no creía soportarlo.

Mientras íbamos en el auto escuchando rock de los 90’s y se colaba la voz de Cris Martin por las bocinas. Me preguntaba en qué momento mis pequeños momentos de felicidad se volvieron esto. Estar junto a Minho, hablar de cualquier tema, mirarlo, disfrutar de su sonrisa, deleitarme con su voz, reírme de sus tontos chistes, escucharlo comportarse como un niño, rozar nuestras manos y no decir absolutamente nada.

Las cosas que quiero para él son muy simples. Espero que un día despierte y me diga que todo está bien que ya no le duele. Que ahora es capaz de seguir adelante y puede afrontar cualquier problema que se le atraviese. Ha vencido la melancolía. Que tiene nuevos amigos y que ha decidido pasar las vacaciones en una playa en Grecia.

Quiero que él tenga una vida normal, esa que no ha tenido en mucho tiempo. Eso que cree que no puede tener por qué siente que le ha fallado a alguien. Pero sé que sólo se ha fallado así mismo.

Cuando llegamos a la biblioteca es él quién entra desesperadamente al lugar, pregunta por el libro que necesita leer con angustiosa necesidad y se ubica en una de las mesas. Parece que entramos a la dulcería y ha encontrado su dulce favorito. Sonrió. Me acercó  a la chica y pido un libro que hace tanto no leo: La Isla (Peter Benchley – 1979). Las historias de misterio me encantan.

Mientras me dirijo a la mesa donde se encuentra Minho, lo veo concentrado en él hasta que me mira directo a los ojos como si dijera que advierte mi presencia, me siento frente a él y empiezo a leer.

Ni idea de cuánto tiempo ha pasado pero entonces siento una presión cálida en los dedos y miro hacia adelante. Minho se ha quedado dormido, no me di cuenta en qué momento sostuvo mi mano, ni idea cuanto tiempo hemos estado de este modo.

Ahora que lo miró dormido puedo notar que ha engordado un poco, cuando llegó a casa estaba bastante delgado y demacrado. Ahora su rostro está sonrosado, sus mejillas están rellenas, sus músculos han tomado consistencia en su cuerpo. Las ojeras y las bolsas en los ojos han empezado a ceder. Espero que pronto pueda ser el Minho de antes, aunque no sepa quién era en ese entonces. Solo quiero verlo sonreír.

Empieza a moverse así que me acercó y lo despierto, todavía no suelta mi mano, el agarre se ha hecho más fuerte. Entonces susurró: vamos a casa Minho, el abre los ojos y me mira: claro Bummie como quieras.

Y todo parece encajar, cada escena que he imaginado no se parece nada a este momento, todo está bien, todo en su lugar, él aquí a mi lado cogiendo mi mano, sonriendo, tranquilo, ¿feliz?

Eso quiero.



Arriba, por encima
O cayendo debajo
Cuando estás
Muy enamorado
Para dejarlo ir
Pero si nunca lo intentas
Nunca lo sabrás

Lo que vales…
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 “Más que besarlo, más que acostarnos juntos;
Más que ninguna otra cosa, él me daba la mano,
Y eso era amor”. Minho

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