Hay diez centímetros de silencio
Entre tus manos y mis manos
Una frontera de palabras no dichas
Entre tus labios y mis labios
Y algo que brilla así de triste
Entre tus ojos y mis ojos
….
Eran las 11
de la noche cuando llegué a casa. Luego de conducir con Heechul y Ji en el auto
de regreso, simplemente no hablamos en el camino y cuando se bajaron sólo
decidí que no quería ver a Minho en ese momento, simplemente no podía. Así que
volví a encender el auto y conduje hacia la playa. Cuando me di cuenta luego de
dar tantas vueltas ya era tarde.
Entre a casa y me sentí como en una jaula, estaba encerrado al lado de la
persona por la cual creía tener sentimientos fuertes, intentar separar todo el
espacio posible que nos unía dentro de aquella casa algo así como no respirar
el mismo aire. De ahora en adelante sólo debía mirar a Minho desde lejos y
permitir que el tal Jaejoong a quién no conocía lo aparte de mi lado y lo cuide
por mí, mi mejor amigo lo había decidido y no había nada que pudiera hacer para
cambiarlo.
Todo estaba
apagado y en orden, así que subió directamente a su habitación, se puso el
pijama e inmediatamente se recostó en la cama, rogaba a todos los cielos le
permita dormir. Pero en cuánto recostó la cabeza en la almohada todos aquellos
pensamientos que lo habían atormentado semana tras semana regresaron.
¿Estaba bien
dejar que Minho se alejará?, por qué ya lo estaba haciendo con todas las
actividades que se había autoimpuesto para las vacaciones y así evitar estar
cerca del alto. Entonces se volvía a
plantear la situación actual, ¿tendría que dejar que otro se llevé a Minho de
su lado? Para empezar Minho no era un objeto, no era algo que se pudiera
llevar, lo que suponía Jaejoong haría es darle una nueva vida. Y no se podía
oponer porque intentaba gravarse a fuego en su cabeza que aquello era lo mejor.
Entonces se
cuestionaba si realmente estaba enamorado del alto y no era simplemente que se
había formado aquella idea para sentirse realmente humano y creerse eso que
nunca había podido lograr: amar. Eso no lo había conseguido su ex-pareja y es
una de las razones por las que su relación se fue a pique, él tan bien había
actuado como estúpido no es que le echará la culpa de todo. Y entonces estaba
ahí de nuevo esa idea, no estaba siendo egoísta con el alto, retenerlo a lado
de una persona que todavía miraba al pasado como ejemplo indiscutible de su
presente. Ah que mierda se había vuelto su vida…
[No, no por
favor, para, detente te… NO, NO, NO, NO, NO, AGHHHHHHHHHH –mierda Minho.]
Kibum corrió
rápidamente al cuarto del alto, algo malo debía estar pasando, tal vez
pesadillas o alguien lo estaba atacando…
[NO POR
FAVOR, AGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH – Minho estaba hecho un ovillo en la cama,
llorando y parecía sentir dolor. Mierda que podía hacer por él si seguía teniendo
esas pesadillas.]
Kibum lo
abrazó fuertemente y luchó contra la desesperación del alto, contra aquel dolor
que podía palpar en el aire. Minho desprendía dolor, sus facciones, sus muecas,
sus movimientos, todo aquello reflejaba dolor, angustia, sufrimiento puro. Le
susurraba palabras tiernas al oído, quería llorar junto a él o al menos tratar
de comprender un poco toda la situación y entonces…
-
Hyung… - el alto
había despertado – fue una pesadilla ¿verdad? – el pobre ni siquiera era capaz
de recordar, maldición esto me superaba.
-
Tranquilo Keroro
ya pasó – mierda, esa sonrisa sincera me va a matar uno de estos días.
-
Si, por qué hyung
está aquí – puta madre como había podido dudar por un segundo que amaba a ese
hombre entre sus brazos.
-
Vuelve a
descansar yo te acompañaré hasta que te duermas – le daba la sonrisa más
sincera que podía, no se sentía capaz de nada.
-
No hyung, no me
dejé, tengo miedo… las pesadillas regresan una y otra vez por favor – ese
hombre alto y fuerte que a simple vista parecía no temerle a nada me estaba
pidiendo entre sollozos que no lo dejará. Maldición ni esa promesa iba a poder
cumplir.
-
Está bien dormiré
a tu lado – estaba intentado meterme a la cama pero entonces…
-
Mejor durmamos en
su habitación hyung – y ya estaba Minho jalándome de la mano hacía mi recamará
y cerrando la puerta.
-
Está bien, total
ya estamos aquí – quería que sonará a sarcasmo pero no salió como pensé – ven
vamos a dormir – el alto me miraba serio. Me recosté en la cama y lo llamé.
Minho camino
hasta la cama serio y seguro, se recostó al lado izquierdo coloco su rodilla en
la cama y se acostó a mi lado, me miraba directamente a los ojos. En ese
momento me tomo entre aquellos brazos fuertes, rodeo mi delgada cintura y su
toqué me resulto cálido, familiar y deseado. Mi corazón latía rápidamente como
si estuviera corriendo. Podía sentir toda la sangre bombear rápidamente a
través de mis venas, casi como si quemara. Tenía la cabeza apoyada en su
hombro. Podía sentir a través de la tela cada uno de los músculos tonificados
del alto. Mierda… no sabía que esto era todo lo que había soñado. Podía oír los
latidos de su corazón, no estaba seguro si podría dormir con aquel sonido por
qué me estaba volviendo loco y lo único que hacía era abrazarme. Coloco su rostro
en mis cabellos y me apegó a él, sentí su aroma fuerte y masculino saturando
mis sentidos y me apegue aún más. Podría pasarme toda la vida entre sus brazos
y no me importaría nada más. Sentir el toque cálido de su mano en mi cadera
formando círculos, acariciándome… me hacía pensar que necesitaba urgentemente
dormir para recodar todo esto como un sueño, uno hermoso pero sueño al fin y al
cabo. Mientras se acomodaba me susurró al oído: no me abandones hyung no lo
soportaría. Y de aquella forma asfixiante nos dormimos.
Jamás pensé
que se volvería una costumbre y una rutina un tanto extraña, había prometido
alejarme y dejarlo marcharse. Pero ahora que sabía cómo se sentía aquellos brazos
alrededor de mi cuerpo ya no podía despegarme de él. Estaba siendo egoísta y lo
sabía pero no me importaba. Al menos iba a disfrutar de esto el tiempo que me
quedé.
Cuando tratas de dar lo mejor
Pero no lo logras
Cuando obtienes lo que quieres
Pero no lo necesitas
Cuando te sientes tan cansado
Pero no puedes dormir
Atascado en reversa
§§§§§§§§§§§§§§§§§-------------------§§§§§§§§§§§§§§§§§
Se suponía
que Jaejoong llegaría el lunes en la mañana, pero lo que Minho recibió fue un
mensaje de texto avisándole que no podría llegar hasta el mes entrante por un
problema que había surgido en Milán. Eso
significaba que podría pasar todo un mes completo al lado de Minho antes de que
lo aparten de mi lado para siempre. Estaba tratando de olvidar que anoche
dormimos juntos, olvidar lo que pasó esta mañana al despertar:
Flashback
Podía sentir la picazón en su frente como si
algo estuviera molestando, tal vez era su cabello pero solo podía seguir
haciendo gestos para expresar aquello. No sabía por qué pero no podía mover sus
manos. Poco a poco estaba despertando. Sentía una agradable fuente de calor
entibiándolo y manteniéndolo confortable. Podía sentir el sol abriéndose paso
entre las cortinas y dándole en el rostro pero extrañamente no le daba de
lleno, se sentía saturado de esa esencia fuerte con un toque de almizcle. Y
entonces sintió que alguien acomodaba su cabello, le dejaba un beso en la
frente y le decía: hyung despierte. Cuando despertó pudo ver la espalda del
alto saliendo de la habitación. Y el calorsito se había ido.
Fin de Flashback
Cada vez que
recordaba la escena se ponía torpe y algo se le resbalaba de las manos, como si
tuviera quince años de nuevo. Estaba tan estúpido por algo tan simple como
aquello.
-
Hyung ¿hoy no
tiene nada en la agenda verdad? – por poquito y se me cae la taza que estaba
lavando.
-
No Minho hoy no
tengo nada en la agenda ¿Por qué? – y ahí estaba poniendo carita de perro
abandonado dispuesto a pedirme algo.
-
Hyung que le
parece si me acompaña a visitar un amigo, vive en Busan y era uno de mis amigos
más importantes así que necesito visitarlo para saber cómo ha estado. – la
sonrisa gigantesca de quién va a hacer una travesura no se me paso pero igual
decidí ayudarlo.
-
Está bien vamos a
Busan aunque tenga que ir a la Playa en verano, cómo es eso posible…
jajajajajajaja… - ahí estábamos riendo juntos mientras planeábamos pasar el día
juntos. Si pudiera quedarme así junto a él todo el tiempo riendo y compartiendo
momentos que jamás podré olvidar. Esto de separarme de él luego va a doler
mucho más de lo que creí que fuera posible.
Mientras
íbamos camino a Busan en el tren, pensaba en todos los momentos que hemos
pasado juntos, mientras él me cuenta como conoció a Jonghyun. Resulta que su
amigo de la escuela es pintor. Es una persona bastante taciturna y a la que es
difícil sacarle una sonrisa pero según Minho con él siempre ha sido como un
hermano. El problema es que Jonghyun cuando terminó la universidad prefirió
regresar a Busan y poco a poco dejaron de comunicarse. Así que hoy Minho va a
rogar que su amigo lo perdone. Aunque el dijo “vamos” yo no me incluyó por qué
no seré quién pida perdón.
Me puedo dar
cuenta que está mañana Minho es mucho más enérgico que de costumbre, la
felicidad se puede notar en su sonrisa, la emoción se puede notar en la forma
en que se expresa y puedo saber con certeza que añora mucho a su amigo. Ha
cambiado tanto desde la primera vez que lo vi. A veces quiero creer que es por
mí.
Kibum sonreí
mucho también y es una de las cosas que Minho ama de él. Aunque todavía no lo
sepa la presencia de Kibum le da tranquilidad.
Caminando
por las calles de Busan puedo darme cuenta de lo hermoso que es el mar y que
realmente he estado alejado de todo, lo más sorprendente es que Minho tomó mi
mano desde que bajamos de la estación y no le he dicho nada sobre aquello,
simplemente disfrutaré de todo esto el tiempo que pueda.
-
Hyung verdad que
Busan es hermosa – no me lo preguntaba simplemente esperaba que pudiera
entender a que se refería.
-
Si tienes razón
Minho, es realmente hermosa – y no estaba mintiendo todo el ambiente es
acogedor.
Por fin
llegamos al lugar donde su amigo vivía en lo alto de una montaña donde la
mayoría de las casa son de estilo tradicional y se puede ver el amplio mar
desde lo alto, es una vista preciosa. Me acabo de dar cuenta que Minho tiene un
gran espíritu por la fotografía. No ha parado de tomar fotografías desde que
llegamos a esta parte, aunque eso sacrifico nuestro pequeño momento cogido de
las manos pero bueno. Parece un niño al que le acaban de regalar un juguete
nuevo.
-
Hyung usted
debería posar y así le tomaría una foto para que recuerde que venimos a Busan.
– está realmente feliz, me dan tantas ganas de llorar mientras lo abrazo y
decirle lo orgulloso que estoy de que este mucho mejor.
-
Claro Minho,
¿aquí está bien? – solo agita la cabeza y comienza a tomar fotografías mientras
pide que haga alguna que otra cosa. Al menos se llevará recuerdos de este viaje
y fotos mías. Cuando ya no estemos juntos tendrá una forma de recordarme,
espero.
Cuando las lagrimas comienzan
A derramarse en tu cara
Cuando pierdes algo
Que no puedes reemplazar
Cuando amas a alguien
Pero es un desperdicio
¿Podría ser peor?
Mientras
toca la puerta de la casa puedo ver lo nervioso que está, apuesto a que piensa
que lo que sea que hizo es imperdonable, todo esto es demasiado gracioso. Veo tantas
emociones en Minho últimamente, imagino la increíble persona que era antes de
todo esto, por qué para mí ya es perfecto así tal como está ahora. Sé que es
egoísta pensar de esta forma pero supongo que he regresado a cuando tenía
veinte años y me comporto infantilmente. Sólo él me hace sonreír.
En cuánto se
abrió la puerta, un pequeño asomo su rostro, podía distinguir los risos
pelirrojos a través de la gorra de pororó, tendría unos cinco años y era muy
bello. Estaba con las manitos juntas y al parecer Minho era el más sorprendido.
-
Buenos días, ¿se
encuentra Jonghyun-shi?
-
Un momento
ajusshi – me estaba aguantando la risa al ver la expresión de Minho cuando el
niño le dijo ajusshi. Pero entonces se escucho un grito.
-
Appa un muchacho
con cara de rana y chico muy lindo te buscan – no lo pude evita y estalle a
carcajadas.
-
Ese niño… sí que
es un genio, se percato de mi innegable belleza. - Minho estaba totalmente rojo.
-
Hyung no me haga
avergonzar más. – se veía tan lindo cuando pone esas expresiones infantiles,
así todo sonrojado y avergonzado.
-
Minsoo de que
hablas, como estés inventando otra de tus historias te olvidas de las clases de
guitarra, te lo advierto. – al parecer la voz fuerte y decidida pero llena de
ternura es del padre del niño.
-
No… Appa… de
verdad… te buscan – el niño parecía que en cualquier momento se pondría a
llorar.
El momento
en el que ambos se vieron y se reconocieron pude ver la expresión de sorpresa
que atravesó el rostro de ambos, aunque aquello sólo paso en un segundo por qué
luego Jonghyun dijo:
-
Minho, no puedo
creer que seas realmente tú hermano – se acerco y lo abrazó.
En este
momento soy yo la persona más feliz, puedo notar como Minho va recuperando
parte de su vida que creyó jamás podría recuperar, esos momentos en los cuales
parecía que jamás podría tener, este abrazó cálido le devuelve tantos
sentimientos que ya no existían en él. Pude notar cuanto Minho rejuveneció con
esa sonrisa, podía imaginarlo en sus tiempo de universidad y como conquistaba a
todos con aquella sonrisa.
-
Hyung como ha
estado, lamento no haberme comunicado con usted desde hace tanto. – la
reverencia de Minho era de 90º y juraría que en cualquier momento se tiraría al
piso sólo para hacer notar su pena.
-
No te preocupes
pasa – entonces Jonghyun se percató de mi presencia y me miró directamente a
los ojos, juraría que me estaban escaneando. – Ahora entiendo a quién se
refería Minsoo con lo del chico lindo – No sé cuál era la expresión con la que
Minho miró a Jonghyun por qué este se volvió más serio y no dijo nada más.
-
Hyung, te
presentó a Kim Kibum, es una persona muy importante para mí y estoy viendo en
su casa, es como mi mejor amigo, médico y madre. - me reí de sus palabras pero por dentro no
sabía que sentir por aquellas definiciones.
Cuando
entramos a su casa la vista que me esperaba era preciosa, realmente era un
lugar deslumbrante en el cuál se podía percibir el calor de hogar por todos
lados. Envidie eso, por un momento me pude imaginar a Minho y a mí sentados
frente a la chimenea, ahora fuera de funcionamiento, en el más crudo de los
inviernos intentando darnos calor mutuamente mientras cuidábamos del sueño de
nuestro pequeño hijo. Ese solo pensamiento me dio tanta alegría y dolor a la
vez. Yo sé que lo tendré que dejar ir pronto pero no puedo dejar de imaginarme
una vida a su lado, aunque no tengo ni una solo oportunidad.
Durante todo
el tiempo que estuvimos en aquella casa
Minho y Jonghyun se pusieron al día de las cosas que pasaron en la universidad.
Le contó cómo es que se encerró en Busan luego de terminar la universidad y
sólo recibía trabajos que pudiera hacer desde casa, luego una linda
coleccionista llegó a su casa para comprar un cuadro en específico que había
visto en el blog de Jonghyun pero que no estaba en venta. Al final se termino
casando con aquella extranjera y ella se termino quedando en Busan. Su hijo
Minsoo tiene los mismos cabellos que su madre y es lo más valioso para
Jonghyun. Ahora sigue estando un tanto recluido en Busan pero su esposa y su
hijo lo sacan cuando es necesario que deje su retiro.
Los deje
solos mientras miraban las pinturas y se ponían al día sobre sus cosas, supuse
que Minsoo necesitaría con quién jugar y quién mejor que yo para aquello.
Salimos y jugamos en la playa a recolectar cangrejos y nos pasamos tres horas
en ello sin darnos cuenta. Cuando llegamos a casa estábamos todos sucios y
cansados pero felices por todo lo que jugamos. Aunque nos ganamos un regaño de
parte de Minho y Jonghyun. A veces yo también me siento como un niño bastante
infantil y torpe que solo puede disculparse por la travesura ya hecha.
Mientras yo
preparaba la cena y salvaba a Minsoo y a su padre de morir por comida
envenenada ya que la madre de Minsoo viajó a Seúl. Los chicos jugaban en la
mesa con los cubiertos y gritaban: apúrate Kibum tenemos hambre. Ese momento
fue uno de los mejores de aquel viaje.
Esa noche
nos quedamos en casa de Jonghyun mientras jugábamos juegos de mesa con su hijo
quién estaba muy hiperactivo y no se le acabo la pila hasta las 2 am. Jonghyun
nos dio una habitación par que durmiéramos los dos. Mientras se acostaban en el
futon Kibum pensó que tendría que dormir de su lado. Pero cuando ya estaba
listo para dejarse llevar por el sueño. Minho lo arrastró hasta él, lo envolvió
en sus brazos, aspiro su aroma y le dijo: Hyung buenas noches. Después el
golpeteo constante de su corazón no le dejó pensar en nada más que en la
calidez que lo rodeaba y así se quedó dormido.
Las luces te guiaran
A tu casa
Y se encenderán
Tus huesos
Y yo trataré
De repararte
Al día
siguiente Kibum se levantó con frio así que busco a su lado el calor que tanto
anhelaba, pero sólo encontró las mantas del futon dobladas. Así que se sentó
rápidamente para ubicar a Minho en la habitación, no estaba. Al querer
levantarse vio una nota encima de la almohada.
Buenos
días Bummie, me gustaría llamarte así de ahora en adelante pero lo deje en la
nota por qué no quiero que me golpees. (Una sonrisa adorno su rostro y un
pequeño puchero acompaño las siguientes líneas) Fuimos a por leña para el
desayuno, deje lista la tina, hay agua caliente suficiente, cámbiate y baja
pronto. (Al final de la nota estaba el dibujo de una rana). Kibum empezó a reír
mientras se dirigía al baño.
Cuando bajo
se encontró con tres “niños” cansados. Se dirigió a la cocina y empezó a
preparar el desayuno. Minho entró al poco rato a ayudarlo con la mesa y otras
cosas. Mientras desayunaban Jonghyun y su hijo ambos reían y contaban
anécdotas. Lo que daría por siempre quedarse allí en ese momento. Feliz.
-
Minho me gustaría
poder hacer un retrato de ustedes dos juntos. – ya estábamos por terminar
cuando Jonghyun dijo eso.
-
Hyung, no sé qué
decir – Minho estaba muy nervioso o ansioso, ni idea.
-
Tú no digas nada,
Kibum querrás posar para mi junto a Minho – Jonghyun siempre tan amable, es
sarcasmo.
-
Sí, claro – sabía
que si decía que no tal vez nunca tendríamos una pintura juntos.
-
Bien solo
necesito tomar unas fotografías de ustedes dos juntos, cuando la pintura este
lista te la enviaré. – no entendí muy bien como era eso.
De todas formas
nos tomamos las fotos dentro de la casa de Jonghyun y fuera junto al mar,
aquella mañana tomamos muchas fotografías y luego nos despedimos para volver a
casa. Cuando estábamos en la estación Minho acompaño al pequeño Minsoo al baño
en ese momento Jonghyun me dijo:
-
Cuídalo mucho, ya
no tiene a nadie más que a ti.
Luego Minho
regreso y nos fuimos juntos en el tren, por alguna razón Minho solo durmió
mientras nos dirigimos a casa. Yo me
quedé pensando en si podría hacer lo que Jonghyun me dijo.
Pensé en que
tal vez, sólo este mes Minho debería conocer a mis amigos. Tal vez interactuar
con otras personas en las que pueda confiar hará que mejore mucho. Así cuando
esté en Nueva York puede empezar de nuevo y hacer amigos. Parece tan solo no es
justo que solamente sea una persona en la que se pueda apoyar. He sido muy
prudente hasta ahora manteniéndolo estable, pero tal vez deba socializar más.
Al llegar a
casa teníamos muchísimos mensajes de voz en la contestadora, muchos eran de un
histérico Heechul, otros de un preocupado Siwon, otros de un par de molestos
(Gtop). Nos reímos de todas las tonterías que ponían y decidimos dejarles un
mensaje a cada uno, apagar todos los teléfonos y subir a dormir. Yo estaba muy
cansado por no dormir nada en el tren y al parecer Minho todavía no se sentía
bien por cargar tanta leña, al parecer Jonghyun se aprovecho de su ayuda. Esa
noche Minho volvió a dormir a mi lado.
A la mañana
siguiente nos despertamos muy alegres y entonces hice las preguntas
pertinentes:
-
¿Por qué tú amigo
no nos dibujo como los artistas normales y en cambio nos tomo fotografías? –
era una duda razonable.
-
Por qué Jonghyun
siempre toma fotografías y luego crea un escenario totalmente distinto en sus
pinturas, ya entenderás cuando la termine, quedará estupenda – Minho parecía
muy confiado.
-
¿Cómo lo sabes? –
Por qué estas tu en ella hyung – y esa sonrisa que me quita el aliento adornaba
su rostro, otra vez.
-
Hyung hoy quiero
ir la biblioteca central, tienen un nuevo lote de libros y el olor de libros
nuevos son como droga para un persona como yo. Anda di que si quieres acompañar
a tu adorable dongsaeng – el puchero en su rostro me dijo que no aceptaría un
no por respuesta, y yo jamás le diría que no.
-
Está bien
desayunemos y vayamos al centro pero tu conduces. – era mejor que fuera él
quién condujera por qué yo no creía soportarlo.
Mientras
íbamos en el auto escuchando rock de los 90’s y se colaba la voz de Cris Martin
por las bocinas. Me preguntaba en qué momento mis pequeños momentos de
felicidad se volvieron esto. Estar junto a Minho, hablar de cualquier tema,
mirarlo, disfrutar de su sonrisa, deleitarme con su voz, reírme de sus tontos
chistes, escucharlo comportarse como un niño, rozar nuestras manos y no decir
absolutamente nada.
Las cosas
que quiero para él son muy simples. Espero que un día despierte y me diga que
todo está bien que ya no le duele. Que ahora es capaz de seguir adelante y
puede afrontar cualquier problema que se le atraviese. Ha vencido la
melancolía. Que tiene nuevos amigos y que ha decidido pasar las vacaciones en
una playa en Grecia.
Quiero que
él tenga una vida normal, esa que no ha tenido en mucho tiempo. Eso que cree
que no puede tener por qué siente que le ha fallado a alguien. Pero sé que sólo
se ha fallado así mismo.
Cuando
llegamos a la biblioteca es él quién entra desesperadamente al lugar, pregunta
por el libro que necesita leer con angustiosa necesidad y se ubica en una de
las mesas. Parece que entramos a la dulcería y ha encontrado su dulce favorito.
Sonrió. Me acercó a la chica y pido un
libro que hace tanto no leo: La Isla (Peter Benchley – 1979). Las historias de
misterio me encantan.
Mientras me
dirijo a la mesa donde se encuentra Minho, lo veo concentrado en él hasta que
me mira directo a los ojos como si dijera que advierte mi presencia, me siento
frente a él y empiezo a leer.
Ni idea de
cuánto tiempo ha pasado pero entonces siento una presión cálida en los dedos y
miro hacia adelante. Minho se ha quedado dormido, no me di cuenta en qué
momento sostuvo mi mano, ni idea cuanto tiempo hemos estado de este modo.
Ahora que lo
miró dormido puedo notar que ha engordado un poco, cuando llegó a casa estaba
bastante delgado y demacrado. Ahora su rostro está sonrosado, sus mejillas
están rellenas, sus músculos han tomado consistencia en su cuerpo. Las ojeras y
las bolsas en los ojos han empezado a ceder. Espero que pronto pueda ser el
Minho de antes, aunque no sepa quién era en ese entonces. Solo quiero verlo
sonreír.
Empieza a
moverse así que me acercó y lo despierto, todavía no suelta mi mano, el agarre
se ha hecho más fuerte. Entonces susurró: vamos a casa Minho, el abre los ojos
y me mira: claro Bummie como quieras.
Y todo
parece encajar, cada escena que he imaginado no se parece nada a este momento,
todo está bien, todo en su lugar, él aquí a mi lado cogiendo mi mano,
sonriendo, tranquilo, ¿feliz?
Eso quiero.
Arriba, por encima
O cayendo debajo
Cuando estás
Muy enamorado
Para dejarlo ir
Pero si nunca lo intentas
Nunca lo sabrás
Lo que vales…
§§§§§§§§§§§§§§§§§-------------------§§§§§§§§§§§§§§§§§
“Más que besarlo, más que acostarnos juntos;
Más que ninguna
otra cosa, él me daba la mano,
Y eso era amor”. Minho
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