CAPÍTULO 4
—Aún está asustado —dijo Kyuhyun.
Eunhyuk sintió su miedo. La complicada y escurridiza emoción
corría a través de su piel donde los dedos aferraban su agitada muñeca.
— ¡Diablos! Dime algo que no sepa, como qué hacer al respecto.
Los ojos color avellana
de Donghae estaban ampliamente abiertos, sus pupilas reducidas a pequeños
puntos. Su piel se había puesto pálida y húmeda, podía sentir el ritmo salvaje
de su sangre bombeando a través de la muñeca.
Su miedo le hizo daño. Por fin había encontrado a alguien que
hacía que su dolor desapareciera y lo había aterrorizado. No es que lo culpara.
Era un ser humano y no tenía ninguna experiencia con su mundo. ¿Por qué había
pensando alguna vez que podía decirle lo que hizo sin aterrorizarlo?
Donghae se soltó el brazo de un tirón, tratando de liberarse,
Eunhyuk lo llevó hasta la cama, sujetándole con su cuerpo. Se haría daño si
seguía así y Eunhyuk no permitiría que eso sucediera.
Soltó su muñeca, pero se aseguró de que todavía tenía contacto
con su piel desnuda. No fue difícil.
Con sus pantalones cortos de verano y su camiseta sin mangas,
había mucha piel desnuda disponible, todo él era cálido y suave. Se sentía tan
bien debajo de él. Realmente deseaba haberlo tenido ahí en diferentes
circunstancias.
Donghae trató de arañar su rostro, por lo que cogió sus manos
y las empujó entre sus cuerpos, manteniéndolas allí. Tan pronto como se dio
cuenta de que estaba atrapado, dejó de luchar y quedó inerte.
—Es humano. Incapaz de lidiar con esto, Eunhyuk. Tienes que
dejarme dormirlo —dijo Kyuhyun.
Estaba justo ahí en la cama con ellos, la preocupación estaba
estropeando su demasiado-bonito rostro.
Como el infierno que Eunhyuk iba a dejarle perder el tiempo en
su mente de nuevo. Ya estaba sufriendo desde el primer momento.
—Para. Yo me encargaré de esto.
Donghae hizo un sonido aterrador, mitad jadeo, mitad gemido y
completamente desgarrador.
—Shhh… —le dijo, apoyando su boca cerca de su oído—. Está
bien, te voy a dejar ir ahora. Sólo relájate.
No tuvo reacción alguna, nada que indicara que lo había
escuchado. Solo mantuvo su mirada fija, entonando un cantico en voz baja, sin
aliento.
—Respira. Únicamente respira.
—Así es, cariño. Sólo respira. Estás bien. —Era mentira. No
estaba bien, pero si la mentira funcionaba, la usaría. Miró a Kyuhyun—. ¿Estás
seguro de que esta cosa de aliviarlo lentamente va a funcionar?
—No, no lo estoy.
Genial. Justo lo que Eunhyuk quería oír. El Susano -eran los
curanderos más dotados entre las razas de la luz, los tíos que tenían todas las
respuestas a la hora de fijar lo que te afligía- no estaba seguro. Mierda.
Eunhyuk bajó la voz a un susurro y le acarició los cabellos,
alejándolos del rostro de Donghae.
—Estás bien ahora. Te encuentras a salvo.
Su cabello era un completo desastre y su piel estaba demasiado
pálida, pero aún así era hermoso y teniendo su cuerpo bajo él sobre una cama,
incluso una que compartía con una sanguijuela, era casi más de lo que podía
soportar. Deseó que las cosas se hubieran iniciado diferentes entre ellos, que
pudiera haber tenido una oportunidad con Donghae, incluso para una breve
relación. No era propenso a tener relaciones con humanos, porque simplemente no
valían la preocupación de que salieran lastimados, pero por Donghae, hubiese
hecho una excepción. Se habría asegurado de que no se hiciera daño.
Sí, como si realmente pudiera conseguirlo.
Eunhyuk le sintió calmarse, sólo un poco. Le acarició los
mechones de cabello que se habían se arremolinaron en su frente. Tenía la piel
fría y húmeda, pero no le importaba.
Incluso se sentía mejor bajo su mano que cualquier otra persona
que había tenido alguna vez.
Poco a poco, su respiración se calmó y su pecho se estremeció
con un silencioso llanto. Ni una sola lágrima cayó a pesar de que podía sentir
cuan aterrado estaba.
Abrió los ojos y lo miró. Brillantes fragmentos verdes
brillaban en sus ojos color avellana y a pesar de la penumbra de la habitación,
las pupilas estaban diminutas. Podía sentirlo calmándose, empujando el pánico
lejos y forzándose a enfrentar la realidad. En lo que a él se refería, era la
cosa más valiente que había visto en mucho tiempo.
— ¿Mejor? —Le preguntó.
Asintió nerviosamente.
—Muy bien. —Le dijo—. Me voy a alejar ahora. Sólo relájate, no
luches conmigo y esto se terminará pronto.
—Por favor, Eunhyuk. —Su voz se rompió en un sollozo—. No
puedo hacerlo.
—No tienes que hacer nada. Sólo respirar.
Donghae cerró los ojos y respiró profundo. Lo había oído y eso
era todo lo que pedía.
Eunhyuk cambió de posición, rodando fuera de su cuerpo, de tal
forma que estaba acostado a su lado. No trató de huir, lo que fue una buena
señal. Deslizó la palma de la mano subiendo por su brazo, sobre su hombro y
bajando de nuevo. Podía sentir la sutil vibración de energía que fluía en sí
mismo a través de su piel. Era vagamente erótico, la forma en que tomó su poder
dentro de su cuerpo. Podría haber luchado contra su tacto, pero no se resistió
a este flujo de energía entre ellos. Podía decir que lo hacía sentir bien, lo
hacía notar cálido, lo hacía percibir un hormigueo. Oh, sí, definitivamente
erótico.
Sus ojos estaban aún cerrados, no podía dejar de pasar los
dedos por su cara. Cerró los ojos y sintió la fina textura de su piel, la
delicada estructura de los huesos, la suave curva de la mejilla. La piel de los
parpados le intrigó, pero ni de cerca tanto como sus labios. Eran suaves,
humedecidos por su lengua, tan llenos y calientes que tuvo que mantenerse
quieto por un momento hasta que la urgencia de besarlo disminuyó.
Donghae dejó escapar el aliento, sus ojos fueron atraídos
hacia la clavícula, el cuello de la camiseta estaba abierto y desde allí podía
ver los pequeños pezones rosas del chico. La ropa no era reveladora, pero con
esa vista había tenido suficiente. Sin permiso, sus dedos buscaron más abajo,
sobre la mandíbula, bajando por la garganta y dibujando pequeños círculos a lo
largo de la clavícula.
Las manos se apretaron en puños a su costado, su respiración
se aceleró. Sintió una ráfaga de deseo inundar la conexión entre ellos, aunque
no podía decir si era el suyo, el de Donghae o el de ambos. Fuera lo que fuese,
Eunhyuk no pudo resistir un toque ligero, sólo un delicado deslizamiento de un
dedo sobre el pezón superior derecho. El Poder chispeó entre ellos, arqueándose
a través de sus cuerpos.
Donghae respiró hondo, sus pezones se endurecieron, Eunhyuk se
sintió endurecer en respuesta. No lo había imaginado. Quería esto tanto como
él. Eunhyuk estaba dispuesto a darle más que una caricia con los dedos cuando
sintió la mano de Kyuhyun sobre su hombro, recordándole dónde estaba. Y que
tenían audiencia.
Con un suspiro de frustración, Eunhyuk apartó los planes de
seducción y se centró en el trabajo a mano, conseguir alejarlos en vez de
acercarlos cada vez más. Que mierda de plan.
Lástima que fuera necesario.
Eunhyuk se preparó para el dolor que sabía que vendría en
cualquier momento. Movió su toque a territorio más seguro y trazó con un solo
dedo el brazo, a lo largo de la suave piel de bebé del interior del brazo,
sobre la palma de la mano hasta que la punta del dedo tocó la punta del de
ella. Eso era todo el contacto que había entre ellos, Eunhyuk podía sentir una
corriente que fluía a través de ese punto. Podía notar cada arista de su huella
digital donde raspaba contra la suya. El calor se encendió desde ese lugar que
hasta estaba seguro que una chispa se encendería.
Donghae parpadeó varias veces y lo miró, luego al punto donde
las puntas de los dedos se tocaban, donde las chispas de energía invisible se
hundían.
— ¿Qué es eso? —Le preguntó.
—No estoy seguro. —De lo que estaba seguro era de que no
quería retirarse. Esa avalancha de demoledor dolor estaba esperando por él.
Respiró profundamente, le sostuvo y separó ese último punto de
contacto. La presión volvió en una ola grande, llenándolo hasta que estuvo
seguro de que su piel se abría. No fue tan malo como antes, pero estaba lejos
de ser bueno.
Eunhyuk apretó los dientes y un gruñido de dolor retumbó en su
pecho. Agarró la colcha en los puños y trató de no luchar contra el dolor,
trató de abrazarlo. De aceptarlo.
—No te resistas —oyó decir a Kyuhyun desde algún lugar más
allá del dolor—. Puedes hacerlo.
Eunhyuk no estaba seguro. Al menos no estaba seguro de querer
hacerlo.
—Tienes que hacer algo —dijo Donghae. Su voz era tan dulce y
clara, sólo el sonido de su voz lo ayudó a centrarse.
—No hay nada que pueda hacer. Lo siento.
Eunhyuk pensó en pedirle a Kyuhyun que lo noqueara, pero
entonces no sería de mucha utilidad para nadie en una pelea. Tenía que
vencerlo. Había vivido con el dolor durante décadas. Era fuerte. Podría
soportarlo.
—No puedo dejarlo sufrir así —dijo Donghae.
—Estaré bien —dijo Eunhyuk—. Sólo dame un minuto.
Dios, ¿era esa su voz? Sonaba como si sus cuerdas vocales se
hubiesen destrozado.
—Tengo que hacer algo.
Sonaba como si estuviese llorando y Eunhyuk forzó a sus ojos a
abrirse. No podía dejarlo llorar.
—Si no se recupera en un momento, entonces puedes tocarlo. Se
paciente.
Ese fue Kyuhyun. Tranquilo, seguro, no del todo disgustado por
el dolor de Eunhyuk. Por otra parte, era la cosa más parecida a un médico real
que tenían y si el dolor lo asustaba, estaba en la línea equivocada de trabajo.
Kyuhyun tenía una mano sobre el hombro de Donghae,
impidiéndole llegar a Eunhyuk. Hizo que Eunhyuk quisiera matarlo por tocarlo.
Le dio algo por que luchar. Se obligó a aceptar el dolor. Nadie más iba a tocar
a Donghae jamás. Sólo él.
Pareció una eternidad, pero empezó a acostumbrarse a la
presión. Todavía dolía como un hijo de puta, pero al menos no se retorcía en el
suelo deseando morir.
— ¿Lo ves? —Dijo Kyuhyun—. Ya está recuperándose.
Recuperándose. Vaya manera de decirlo. Se sentía como si le
hubieran obligado a tragarse un camión, pero al menos ese camión ya no estaba
incendiándose. Como liberación, era una mierda, pero había vencido.
Eunhyuk dejó su respiración ralentizarse antes de intentar
moverse. Cuando miró a Donghae, sus ojos avellana brillaban de lágrimas, alargó
la mano para tocar su cara.
La mano de Kyuhyun se disparó más rápido que un rayo, agarró
su muñeca. Metió su cuerpo entre ellos para servir como una barrera.
—No lo toques. Tendría que pasar por todo eso de nuevo y no
estoy seguro de que su cuerpo pueda soportarlo ahora mismo.
—Os prometo que no podría.
—Lo siento. No sé que hice para hacerte daño, pero lo siento.
Fuera lo que fuese, yo no quería…
Eunhyuk aún no había
recobrado el aliento y odiaba parecer débil.
—No fue tu culpa.
—Debo ir a ver la señorita Boa ahora.
—Espera un minuto —dijo Kyuhyun—. Tengo que asegurarme de
estás bien, también.
Algo en el tono de Kyuhyun molestó a Eunhyuk, pero no estaba
en su mejor momento ahora mismo y no podía entender lo que era. El Susano se
puso de pie y siguió a Donghae, que estaba de pie con su mano en la puerta.
Eunhyuk podía ver su cuerpo temblando un poco, pero no era totalmente
inesperado, teniendo en cuenta por lo que había pasado esta noche.
—Estoy bien.
—Sólo déjame revisarte. Tardará únicamente un momento.
— ¡No!
Se apartó de Kyuhyun,
sus ojos abriéndose aterrorizados.
Maldición, Eunhyuk
odiaba ver esa mirada en su rostro. Se levantó de la cama, sorprendido de que
sus piernas lo sostuvieran. Apenas.
—Déjale ir, Kyuhyun. Permítele que vaya a ver a su amiga.
—Esto es importante —dijo el Susano—. No está bien.
—Sí lo estoy. Sólo estoy preocupada por la señorita Boa.
Eunhyuk tuvo que meter las manos en los bolsillos de sus
pantalones para evitar llegar a Donghae. Quería tomarlo en sus brazos y decirle
que todo estaría bien una y otra vez hasta que fuera cierto. Lo que sería
nunca. Uno de ellos todavía tenía que borrar de su mente los recuerdos de esa
noche, al menos las partes que pudieran ponerle en peligro o darle pesadillas.
Ese proceso no era divertido y como no podía tocarlo, no sería
quien iba a hacerlo. El pensamiento de las manos de Kyuhyun sobre Donghae hacía
a Eunhyuk querer tomar la espada.
Kyuhyun se volvió y miró a Eunhyuk. Niño-bonito no tenía
ninguna oportunidad de intimidarlo, no importaba cuan poderoso pudiera ser.
Eunhyuk había sido capaz de estar pie a pie con Yong Ha sin dar marcha atrás y eso no era una pequeña
hazaña. Yong Ha sabía una cosa o dos
acerca de la intimidación.
—No está bien —soltó Kyuhyun, apenas en un susurro. Era como
si no quisiera que Donghae oyera—. Algo está mal. Debo averiguar lo que es.
Eunhyuk sintió la ansiedad deslizarse por su vientre. Si había
hecho algo que dañara a Donghae nunca se lo perdonaría a sí mismo. Todo lo que
le había sucedido desde el momento en que se le acercó en el comedor era su
culpa. Podía haberse quedado en su asiento. Podría haber ignorado el efecto que
tenía en él.
Pero no lo había hecho. Lo había arrastrado a su mundo y ahora
era su responsabilidad.
— ¿Qué quieres hacer? —Le preguntó Eunhyuk.
—Tiene que venir con nosotros. —Dijo Kyuhyun—. Volver al
recinto.
—Sabes lo que eso significa.
Una vez que estuviera allí, se quedaría. Su vida normal habría
terminado.
—Sí, pero no hay otra opción.
—Dejen de hablar sobre mí como si no estuviera aquí. ¡Maldita
sea! ¿Qué pasa con vosotros? Actúan como si fuera un niño que no puede tomar
sus propias decisiones.
Tratar con humanos era tan innecesariamente complicado.
—Tienes razón. Lo siento —dijo Eunhyuk.
Miró a Kyuhyun, que no parecía nada apologético.
—Lo sentimos.
Donghae puso los ojos en blanco, se deslizó por la puerta del
dormitorio y la cerró tras de sí.
La cabeza de Eunhyuk palpitaba.
No quedaba mucho tiempo para reflexionar sobre el problema porque
unos segundos más tarde, oyó el sonido de cristales rotos en la sala, seguido
por el rugido distintivo de los Demonios Yokai.
Un instante después, Donghae gritó.
Este fic es una adaptación, no es mío, yo sólo lo adapto. OJO NO ES MÍO YO SÓLO LO ADAPTO.
ORIGINAL: ARIDIENDO VIVA - SHANNON K. BUTCHER
Me cree una cuenta en Gmail exclusivamente para poder comentar, este fic lo encontré en Amor Yaoi, (te comente allí también)y automáticamente BUMM!!! me atrapo, me gustan las personalidades de todos, en especial la de Hyuk... ahhh y ese KyuHyun todo perfecto y misterioso, lo amo! me gustaria leer el original, pero me da miedo que vaya a dañar el final del fic, así que mejor espero a que termines de subirlo, por cierto gracias por publicar a diario, no sabes como te amo por eso.
ResponderEliminartengo curiosidad que otros personajes iras adaptando, la señorita Boa me mata! no puedo evitar reír al imaginarla... jaja
Muchas Gracias por Adaptar está historia, la seguiré de cerca, nos leemos en la noche, adios!
Pues si lees el original antes, si la verdad si dañas el final, por qué el original es hetero y eso... pero bueno la siguiente será YunJae... para ver la historia del YooSu todavía falta... si la Señorita Boa es genial... Kyuhyun tiene su propia historia pero falta (es mi bias obvio que tendrá su propia historia, jajajajajaja) Espero que sigas leyendo!!!
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